¿Qué puedo comer si me duele la panza? Estilo de vida saludable para el intestino irritable
¿Sentís que todo te cae mal? ¿Vivís buscando una dieta para el colon irritable o pensás que tenés panza hinchada por nervios? La alimentación, el movimiento y el descanso son pilares fundamentales para quienes viven con trastornos de la interacción intestino-cerebro como el Síndrome de Intestino Irritable (SII).
Dieta: más que evitar alimentos
No existe una única “dieta para el SII”, pero sí hay pautas generales que ayudan:
- Reducí alimentos ultraprocesados, ricos en grasas saturadas, azúcares y aditivos.
- Optá por comidas caseras, simples y ricas en fibra soluble (avena, calabaza, banana).
- Comé despacio, masticá bien y respetá horarios.
- Consultá sobre la dieta FODMAP con un profesional especializado.
¡Error común! Eliminar grupos completos de alimentos sin guía puede empeorar el cuadro y llevar a desnutrición o miedo a comer.
Ejercicio físico: clave para la motilidad y el ánimo
El movimiento mejora la función intestinal y regula el estrés. Las guías recomiendan:
- Ejercicio aeróbico moderado (caminar, bicicleta, yoga) 3-5 veces por semana.
- Evitar el sedentarismo prolongado.
- Incorporar estiramientos y actividades placenteras.
La actividad física actúa como neuromodulador natural y mejora síntomas como el dolor, la hinchazón y el estado de ánimo (Keefer et al., 2018).
Descanso y ritmo biológico
El intestino tiene su propio reloj. Dormir mal altera la digestión y la sensibilidad visceral.
- Mantené rutinas regulares de sueño.
- Evitá pantallas brillantes antes de dormir.
- Respetá el descanso como parte del tratamiento.
Un enfoque integral: cuerpo, mente y hábitos
Una buena dieta no es suficiente si comés apurado. El ejercicio no sirve si lo hacés como castigo. El intestino necesita coherencia, calma y cuidado. Si querés transformar tu salud digestiva, podés empezar con pequeños cambios sostenidos que impacten en tu bienestar general.
¿Querés ayuda para cambiar tu estilo de vida?
Te acompaño a crear un plan realista, amable y basado en evidencia para mejorar tu digestión, tu energía y tu relación con la comida. Escribime y empecemos el camino hacia un intestino más feliz.
Referencias
- Drossman, D. A. (2016). Functional Gastrointestinal Disorders: Rome IV. Gastroenterology.
- Keefer, L., Taft, T. H., et al. (2018). Best Practice Update: Psychogastroenterology. American Journal of Gastroenterology.
- Ford, A. C., et al. (2014). Effect of fibre, antispasmodics, and peppermint oil in the treatment of irritable bowel syndrome: systematic review and meta-analysis. BMJ.